Regreso de la ciudad del vacío
con ventanas dormidas
ojos presos entre los cristales.
Miradas gélidas
sin las cortinas de sus pestañas.
Sobre el aire pájaros quietos
momias aladas colgadas
de hilos invisibles.
Esculturas de un museo infinito
con entrada en un cielo gris
hijo de un sol agónico.
He buscado sin lograrlo
en los edificios de hielo
sonidos que llevasen
a cualquier punto cálido
de esta estructura sin alma.
Regresando sobre mis pasos
tratando de recordar el camino
del puente hacia el calor.
Escapar de un hielo
decidido a prenderme
entre sus blancos brazos.
He corrido sin moverme
he gritado sin grito
galopando sobre los latidos de mis sienes
que hartos de mi me han tirado
sobre el mullido suelo de mi cama.
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