cuando busco en mis bolsillos
el ánimo que no tuve
para dejar de seguir viviendo
dentro de aquella hermosa cáscara.
Encuentro un agujero diminuto
por el que te escapaste
tras la mentira de tu vida
¡Tan tarde, tan tarde!
Veo el paisaje
de tu primavera en invierno
el celuloide del pasado
quemándose en la pantalla
frente a mis ojos
¿Quien era aquella?
¿Dónde metí tanta tristeza?
Te lloro ahora que el tiempo
ha pasado corriendo maratones
y te veo/me veo ahogándome
alcanzando las metas fuera de hora
cuando las cintas ya cayeron
sobre el pecho de otros.
Lloro sin entenderte
sin reconocerme en esa fotos
amarillentas del pasado
asqueada del tiempo que no usé
en despertar mis sueños
dormidos sin retorno.
Mabel Escribano
Derechos Reservados
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