POEMAS ENTRE MUJERES

EL AMOR, EN OCASIONES DUELE,
PERO MUCHO MAS DOLOROSO HUBIESE SIDO,
NO HABER PODIDO CONJUGAR EL VERBO AMAR.

Mabel Escribano


martes, 20 de septiembre de 2011

INFINITO SOBRE FINITO



Parece que el sueño
se traslada
se encoje y merma
en el espacio que
ocupamos
sin que sea nuestro
aunque así lo hayamos
creído.

El cuerpo no está
ni tan siquiera aparece
somos partículas de un todo
en el que no figuran datos
ni nombres
ni títulos
ni imágenes.

Somos la nada que flota
en un espacio que tiene
la fuerza creadora
de la que carecemos.

Me trasladan a una turbulencia
un sonido agudo
traspasa mis tímpanos
y ensordezco
dejo de escuchar
regreso al origen de la mirada
donde me sitúo
ahora con el ojo derecho
luego con el izquierdo.

¿Cuando dejé de ver
limitándome a mirar?

Los colores
se me acercan
me invaden
me torturan
brillantes estrellas
de un cielo inimaginado.

¿Quien soy yo
en un mundo tan enorme
donde las galaxias
apenas son milímetros
del universo?

¿Quién me engañó
haciéndome creer
que el humano era el cúlmen
de la vida?

Mi ojos dejan de ver
y mis manos tocan
texturas suaves
rasposas
duras
cálidas
con color
porque aunque lo olvidé
el color también se toca.

Tacto mirando con mis dedos
aquello que mi
piel descubre
sin saber de que
objeto se trata
porque ya no hay formas
queda lo que hemos dejado.

Mis papilas se disponen
a saborear espacios
nortes y sures
mares y ríos
que ignoro si son o no
porque ya nada o casi nada
queda de lo que fue en origen

Saboreo la amarga piel del dolor
la dulce caricia de la alegría
y tomo el pan ácimo
de la pena más agónica
el dolor de un niño
que acabado de nacer
se duele y muere
sin abrir los ojos.

Huelo mi ser
como un cuerpo más
entre otros cuerpos
sin forma
sin rostro
con conciencia
de mí misma
y se que ellos
también se reconocen

Huelo el paso
de estrellas fugaces
de soles apagados
hace millones de años
y a lo lejos
huelo el amor
cálido olor a
fresas salvajes
a jazmines
a hierba fresca
a hojas de libros
a poemas

Un cierto calor
corre por un resto de
sensibilidad que dormida
en lo que queda de mi
ha despertado antes de
desvanecerme
y ha mirado
y ha visto
el lugar
donde ya casi no existo.

Alguien llora
lágrimas imposibles
sobre un espacio
infinito lleno de
mi propia nada
allí donde creí ser alguien.

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